Si ya leyeron los reportes anteriores del CEOT, creo que ya tendrán una idea clara de los alcances de la cirugía ortognática, sus indicaciones y como esta cirugía cambia la vida de las personas.Desde que practico esta intervención he sido testigo de varias “modas”. Sí, modas. Y utilizo este término, pues estas se expandieron de forma rápida entre pacientes y colegas, siguiendo a cirujanos que, para no quedar en el olvido, las pregonaban incesantemente. Afortunadamente, y para el bien de los pacientes, han sido modas de corta duración gracias al advenimiento de una nueva generación de cirujanos maxilofaciales que se han formado de manera multicéntrica a lo largo de su carrera, a diferencia de las generaciones anteriores de cirujanos los cuales “nacían, se criaban y morían “dentro un mismo hospital, un mismo país y un paradigma que dejaba de lado las necesidades del paciente.Hasta hace pocos años, la cirugía ortognática era una secuencia mecanizada con poco o ningún cuestionamiento, donde todos los pacientes eran manejados de igual forma y bajo escasas consideraciones médicas. Ejemplo de esto último, es la duración excesiva de las cirugías y hospitalizaciones de larga estadía en unidades de cuidados críticos, entre otras. Si bien podría justificarse en algunos casos, en la inmensa mayoría la única razón era la costumbre de hacerlo así. Por otro lado, en el post operatorio los pacientes quedaban con sus maxilares amarrados entre sí por períodos entre 4 a 6 semanas, lo que terminaba en pérdidas de peso muy bruscas, una alta susceptibilidad a infecciones y otros problemas de salud secundaria a estas decisiones terapéuticas rutinarias que hoy en día son reflexionadas y abolidas.Esta técnica quirúrgica, que cambia las vidas de nuestros pacientes, se está reescribiendo gracias a esta nueva generación de cirujanos jóvenes, como el Dr. Jorge Soto y así podría mencionar otros tantos. Y con el cambio no me refiero al uso de herramientas digitales que por cierto son poderosas en lo visual y muy atractivas, sino que me refiero a que esta nueva generación de especialistas con formación multicéntrica es capaz de generar una interrelación y un trabajo conjunto entre profesionales de la odontología y la medicina. Se produce un mejor resultado del proceso quirúrgico con mayor entendimiento de los diagnósticos médicos y estructural del paciente, el manejo del cruce entre el deseo del paciente y las posibilidades reales del cambio esqueletal, velar porque los tiempos de cirugía estén dentro de los márgenes de seguridad fisiológica y que los postoperatorios sean eficientes y efectivos.Como última característica común que encuentro entre estos profesionales son su forma de comunicación con los pacientes. Hoy en día esta es más horizontal, sincera y clara, generando en nuestros pacientes un mayor conocimiento y participación en su terapia y mayor confianza en su tratante.
